BREVE HISTORIA DE JUSTO Y LOS PECADORES
“Justo y los Pecadores” es, contra todo pronóstico bíblico, una banda de Rock and Roll formada a finales de 1999 por Justo Conde (voz, armónica y guitarra acústica), Francesc Estrada (guitarra), Miquel Montfort (guitarra), Josep Faraboni (bajo) y Jordi de Vilalta (batería). Tras un primer año de actuaciones, la banda graba su primer cd ”DE BARES Y AMORES” en los estudios Kay de Manresa. Editado por la discográfica barcelonesa GDA, la crítica especializada deja claro que la banda va bien encaminada pero, como suele ocurrir, causas externas detienen la promoción: GDA desaparece como discográfica. El cd. había sido costeado por los miembros de la formación gracias al dinero recaudado en las actuaciones del año anterior. La producción artística corrió a cargo de Miquel Montfort y los costes de edición y SGAE sufragados por la franquicia Tabernas Lizarrán, que anunciaron la salida al mercado del cd. en sus, por aquel entonces, 70 establecimientos nacionales. Todo esto ocurría a lo largo de 2001.
Durante el 2002, el mal sabor de boca causado por la fenecida discográfica acercan a los Pecadores a la total auto-producción. El mes de agosto graban en un home-estudio situado a los pies de la montaña de Montserrat una docena de canciones, con la ayuda de músicos barceloneses universales de la talla de Alan Bike (alias O’Malley, alias Álvaro Martínez Maluquer) o Alex Shornborn (ex-Bisontes). El amo del home-estudio da por acabada una producción no aceptada por la banda y, ante la negativa de entregar los archivos waves para poder trabajar las voces en otro lugar, el proyecto queda encallado. La desmoralizada banda acepta con resignación olvidar un puñado de buenas grabaciones…
De todas formas, aquel mes de agosto y gran parte de septiembre fue importantísimo: los Pecadores encontraron un sonido y una fórmula de trabajo para afrontar un nuevo arranque. Las canciones grabadas no se podían perder, se tocaban y sonaban bien en directo. El repertorio tomaba sentido y ese estilo, esa manera de entender el rock and roll, se perfilaba como el camino definitivo. Al acabar el verano de 2003 la banda se decide a grabar un concierto en directo para poner fin a un ciclo. La actuación se realizaría en el entrañable teatro El Prado de Sitges. La grabación correría a cargo de Kim Serrat en su estudio móvil, y la mezcla y post-producción la llevarían a cabo los Pecadores, sin trampas ni recordings, tal cual se tocó un 19 de septiembre de 2003. Entre los meses de Octubre de 2003 y Abril de 2004 se trabajaron las mezclas y, antes de tener el dinero suficiente para editar el cd., el master llegó a manos del productor del Mediatic Festival de Alcoy (Alicante), quien no dudó en colocar a la banda en algún rincón de su impresionante y diverso cartel. El día 11 de Julio se presentaba en Alcoy el nuevo disco de los Pecadores: DIRECTO.
La promoción continuó en agosto, con una aparición en las fiestas de Gracia compartiendo cartel con Sol Lagarto. La calle fue «una olla a presión», en boca de uno de los responsables del evento. Incluso en los ambientes más festivos, el repertorio de Los Pecadores crea ese caldo de cultivo necesario para mantener el equilibrio óptimo entre el rock and roll serio y el desenfreno de la fiesta.
En los sucesivos meses tras la aparición del cd en directo los responsables de la sala George and Dragon de Barcelona tomaron la sabia decisión de incorporarlos como banda fija el tercer sábado de cada mes, alternándose estas con la actuación fija que el primer viernes de cada mes realizaba la banda en La Cava del Retiro de Sitges.
No es este, precisamente, lo que se llama un carrerón ni un salto al éxito y la popularidad, pero las buenas vibraciones y los kilómetros recorridos van creando un poso y una lucidez interpretativa que culmina con la grabación del disco “DESDE EL BURLADERO” (2007), compuesto y arreglado a lo largo de esos dos años de actuaciones fijas en La Cava.
El nuevo disco se grabó en directo, en dos sesiones, y contando con la colaboración de Lluís Coloma y la producción artística de Javier Martín. Este conjunto de canciones representó el inicio de la nueva dirección de la banda: sencilla, que no simple, y directa, que no exenta de matices.
Los Pecadores saben cual es su destino: transmutar influencias, raíces y estilos en algo capaz de provocar “el baile”. Un baile físico y espiritual, que te lleva adelante y atrás en el tiempo sin moverte de sitio pero, eso sí, sin parar de moverte. Música para bailar, “rocanrol” para sentir.
La gira “Tour-urú”, que sirvió para presentar “Desde el burladero” entre los meses de octubre de 2007 y diciembre de 2008, paseó a la banda por diferentes puntos de la geografía, repitiendo posteriormente en la mayoría de los casos su paso por las diversas salas de conciertos. Más de cuarenta y cinco actuaciones dan fe de ello, repitiendo y haciendo doblete en Gijón (Savoy Club), Mallorca (Bluesville), Cerdanyola (Acme), Monzón (Serjos) y Sitges (La Cava).
Tras dos años de conciertos “Desde el burladero” Jordi de Vilalta, el batería, se retira y el resto de Pecadores se replantea el futuro desde una nueva perspectiva: grabar una colección de canciones compuestas para la ocasión y sin haberlas trabajado en directo.
En mayo de 2009 entran en Nómada 57 para grabar “DISCRETO”.
Si “Desde el burladero” representaba el final de un periodo vital de la banda, el nuevo álbum es lo mismo, pero al revés: supone el inicio de una nueva etapa. “Discreto” bascula entre dos territorios, entre dos momentos espacio-temporales: uno es el rock’n’roll bailable, directo y de género con raíces, que es la esencia de la banda. El otro es la apertura decidida hacia otros formatos más complejos, más delicados, más matizados y más allá de los 12 compases y los tres tonos. Como siempre, mandan las canciones: son ellas las que dicen cómo quieren ser tocadas y, en esto, los Pecadores saben escuchar y saben ser fieles a ellos mismos. Por eso es, como el anterior, un disco 100% pecador… pero más: grabado en directo, –con la salvedad de las voces y algún que otro recording–. Cuenta con la colaboración de grandes músicos: Lluís Coloma, pianista que ya contribuyó a la solidez del anterior disco, Amadeu Casas, que interviene en un par de piezas guitarra y dobro en mano; y dos bateristas, ambos isleños: Ramón Díaz, canario, jazzista de pro con sangre soul rock en las venas, y Mateu Sirer, mallorquín, y profundamente rockista. Precisamente la participación de todos estos músicos, dotados de una personalidad estilística propia, demuestra que el rocanrol da tanto de sí como se quiera, y que otros estilos y capacidades casan bien con este viejo baile, si se llevan como debe ser: con decisión, orgullo y sin mirar a los lados.
“Discreto” genera buenas críticas, pero es tiempo de crisis y las actuaciones escasean. Mallorca, Madrid y el Festival Internacional de Blues de Cerdanyola en su escenario principal son las plazas donde se presenta el mismo incorporando como batería fijo ya en la banda a David Subirana.
La falta de trabajo de escenario lleva a la banda al estudio a grabar de nuevo. Esta vez, una colección de canciones acústicas en las que la crítica social a la situación que se vive marcan la diferencia, en cuanto a textos se refiere, con el resto de grabaciones efectuadas hasta la fecha. El nuevo batería, David Subirana, ayuda con su oficio y sus querencias setenteras a que la banda se asiente en el sonido folk-rock. Esto ocurre a lo largo de 2011.
Con las mezclas realizadas y a punto de sacar un mini-Ep, Miquel Montfort “Mix” sufre un accidente que obliga a la banda a retirarse de circulación durante unos meses. Por suerte la cosa no pasa de un gran susto y, con Mix recuperado, Justo y los pecadores presentan en Octubre de 2012 el espectáculo “Vasos, Besos y Versos”. A los músicos se sumaron en escena un acordeonista, un violinista, una mandolina, un banjo y un saxo. Con esta formación se grabaron dos shows para Tv, uno en la TDT del Garraf y el otro para el programa Bad Music Blues.
A principios de Noviembre de 2012 la banda se encierra en la Masía Vilanoveta del Garraf durante cinco días para grabar el disco “Vasos, besos y versos”, inspirado en su repertorio acústico pero electrificando la música. La conexión entre la composición acústica y el desarrollo eléctrico colocan a la banda en un nuevo espacio musical: el folk-rock.
Rock and Roll, ranchera, tex-mex, rock, folk… todo cabe en “Vasos, besos y versos”, un disco muy valorado por la prensa especializada y que se presentó en Barcelona y Madrid en mayo de 2013.
En 2014, se producen tres eventos significativos: uno, la actuación junto a Burning en la Sala Bikini, celebrando los cuarenta años de los de La Elipa; la llegada de un nuevo baterista, Francisco Escudero, “Paquito”, un profesional de contrastada trayectoria que aporta recursos y garantías para los nuevos sonidos acústicos y eléctricos en los que se embarca la banda; y el acuerdo con Producciones Acaraperro para la inclusión de la banda en su agenda de management junto a la edición de un recopilatorio.
Tras esa breve singladura con Acaraperro, en 2016, el primer baterista de la banda, Jordi de Villata, se sienta de nuevo a los tambores para la que será, a la postre, la última incursión de Los pecadores en un estudio de grabación.
Deja una respuesta